Descripción del proyecto

Definirse como alguien que no sabe quien es, puede ser algo muy estúpido.

Posicionarse desde el tropiezo obsesionao con pillarle sentido a la vida que corremos. La música como bitácora de viaje, velita pa buscarse se atrinchera con quien en ella se encuentre sea palo, puente, cuchilla o nanai en la guerra diaria contra la pandemia del sueño. Los ruidos no tienen dueño, los dueños no tienen perros, la polilla se cae al fuego y el viaje se hace de nuevo. Cuando escuchai algo “mío” aspiro a pasear un rato contigo y apiñarnos nos haga sentido.

Polilla Vendada – Anda Quemando una Quimera

Polilla Vendada – Éleia